El entrenamiento de sombra: una extensión del Taolu
Hoy reflexionamos sobre la importancia de dejar atrás la visión rígida en la práctica de los taolus, e incorporar nuevas formas de entrenamiento para sacarles un mayor provecho.
CONOCE EL KUNG FU
Escuela Shaolin Quan
El entrenamiento de sombra: una extensión del Taolu
Ya hemos hablado sobre los beneficios y las limitaciones que conlleva la práctica del taolu. En esta ocasión, vamos un paso más allá en el uso del taolu como una herramienta útil en el desarrollo de habilidades marciales.
El ejercicio de sombra es muy utilizado en los deportes de combate modernos, como forma de calentamiento para activar el cuerpo, o como un método de entrenamiento específico lleno de posibilidades, con la finalidad de crear memoria muscular y automatizar gestos y detalles técnicos muy precisos.
El ejercicio de sombra comparte con el taolu el hecho de realizar técnicas al aire, contra un oponente imaginario, donde se hace imprescindible realizar un buen ejercicio de visualización.
En este sentido, la diferencia entre el ejercicio de sombra y el taolu, está en que las técnicas del taolu ya están establecidas, sin embargo, en sombra las técnicas son como piezas intercambiables. Esto da la libertad de crear combinaciones sin límite.
Para realizar un entrenamiento de sombra útil es necesario programar las técnicas, los desplazamientos y la estrategia a seguir, cuanto más específico y sencillo sea más atención se podrá prestar a los detalles.
Generalmente se divide en varios asaltos de no mucha duración y se trabajan diferentes combinaciones. El ritmo será lento al principio, con movimientos claros y nítidos, pudiéndose aumentar progresivamente y sin dejar de prestar atención a los detalles.
Este es sólo un ejemplo de sombra, porque las posibilidades y variantes son enormes en tiempo, intensidad y formato.
Al analizar un taolu para extraer su esencia y sus patrones, vemos como el ejercicio de sombra que acabamos de describir está codificado en su misma estructura.
Por este motivo, combinar con el trabajo de taolu este método de entrenamiento, nos aporta una nueva dimensión en la práctica y perfeccionamiento de las habilidades del kung fu.
Para hacerlo es necesario dejar atrás la concepción del taolu como una secuencia de movimientos cristalizada y rígida. Y permitirnos experimentar con un uso flexible para así poder sacarle mucho más provecho.
Por último, aclarar que no vale cualquier forma, especialmente en kungfu shaolin, un estilo totalmente saturado de taolus. Existen multitud de formas sin esencia, sin un propósito marcial y que se realizan de forma automática, como un simple ejercicio de habilidad.
Por este motivo, lo primero que debemos hacer es estudiar el taolu para restaurarlo, de forma similar al restaurador que traduce y recompone una obra desgastada por el uso y el tiempo.
Una vez tenemos una forma coherente y funcional, estará lista para ofrecer muchas más posibilidades de práctica y entrenamiento. Sólo alguien que no se ha molestado en estudiar las posibilidades de entrenamiento y el conocimiento que ofrece un buen taolu piensa que no sirve para nada.