El movimiento natural en el Kung Fu

Que quiere decir realmente buscar la naturalidad en el Kung Fu, hoy lo explicamos.

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Escuela Shaolin Quan

monje guerrero en el templo shaolin con mirada penetrante
monje guerrero en el templo shaolin con mirada penetrante

El movimiento natural en el Kung Fu

El Kung Fu es un arte marcial que se caracteriza por su elegancia, fluidez y precisión en los movimientos. Una de las principales metas de este arte es lograr la naturalidad en cada técnica. Pero, ¿qué significa exactamente "movimiento natural" en el contexto del Kung Fu?

Para comprender el concepto de movimiento natural en el Kung Fu, es necesario entender como permanecer bien asentados y ligeros al mismo tiempo. Esta base o guardia, consiste tanto en una posición corporal como en una actitud mental, en las artes marciales japonesas se conoce como "kamae", y se refiere a un posicionamiento completo de mente y cuerpo, de plena atención, firme pero relajada, similar a un animal cuando se dispone a cazar. Con los sentidos y los músculos dispuestos a reaccionar en cualquier momento.

Esa actitud o estado mental permite generar la fuerza, la estabilidad y la fluidez en cada técnica y lo más importante, permite encadenarlas creando continuidad en ellas. Esta postura proporciona una base sólida desde la cual se pueden generar movimientos poderosos y rápidos. Por este motivo, podemos decir que es un punto de partida, un lugar desde donde nos sentimos cómodos y al que podemos regresar cuando comenzamos a sentir la inestabilidad y falta de "foco" que genera el exceso de estrés.

El movimiento natural en el Kung Fu se refiere a la capacidad de ejecutar las técnicas de manera fluida y eficiente, sin esfuerzo ni rigidez. Es un estado en el que el cuerpo se mueve de forma intuitiva y espontánea, respondiendo a las situaciones con agilidad y firmeza. El movimiento natural permite al practicante adaptarse a diferentes situaciones y responder de manera espontánea a los movimientos del oponente.

El camino natural que debemos recorrer para adquirir esta habilidad no es otro que la práctica, como todo en el Kung Fu, es la práctica constante, el entrenamiento y la comprensión de los movimientos que realizamos, lo que nos lleva de manera lenta pero segura a lograr todos nuestros objetivos.

En el Kung Fu, la práctica no se limita solo a la repetición mecánica de movimientos, sino que implica una profunda atención a los detalles y una conexión mente-cuerpo. Cada movimiento debe ser realizado con conciencia y concentración, sintiendo cada músculo y cada articulación en acción.

Para lograr el movimiento natural en el Kung Fu, es necesario desarrollar la conciencia corporal y la coordinación. Esto se logra a través de ejercicios específicos que fortalecen los músculos, mejoran la flexibilidad y aumentan la capacidad de respuesta del cuerpo. En este sentido podemos decir que literalmente programamos la mente a reaccionar ante ciertos estímulos con respuestas determinadas, por este motivo es tan importante que el aprendizaje técnico sea correcto desde el primer momento, ya que de lo contrario estaremos incorporando movimientos y detalles que no solo no serán eficaces, sino que comprometerán a medio y largo plazo nuestras habilidades ante un oponente.

En este sentido, es importante cultivar la calma mental y la concentración para poder ejecutar las técnicas con precisión y eficacia. La calma mental proporciona claridad, al contrario que el estrés que genera confusión y rigidez. Esto se nota en el cansancio y la falta de energía como consecuencia de un exceso de tensión muscular, aprender a regular el grado de estrés permite reservar las fuerzas y la energía para cuando realmente es necesario. Es similar a conducir un coche constantemente acelerado, para cuando necesitemos acelerar en una recta, el depósito de combustible se habrá terminado.

En resumen, el movimiento natural en el Kung Fu es el resultado de la comprensión profunda tanto de la base del estilo como de cada técnica individual. Se logra a través de la práctica constante, el estudio detallado y el desarrollo de la conciencia corporal y la coordinación. Es un estado en el que el cuerpo se mueve de manera intuitiva y espontánea, sin esfuerzo ni rigidez. El movimiento natural permite al practicante ejecutar las técnicas con fluidez y eficacia, adaptándose a las situaciones de manera natural espontanea.