Gong Fa: descubre los cimientos del Kung Fu (2)
Continuamos estudiando la valiosa herencia del Kung Fu tradicional, el Gong Fa. Hoy analizamos el principio fundamental que nos ayuda ser más eficaces en nuestros movimientos y técnicas.
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Escuela Shaolin Quan
Gong Fa: descubre los cimientos del Kung Fu (2)
Continuamos con la segunda parte de estudio del Gong Fa, en esta ocasión vamos a analizar el segundo principio, el conocido como “Las tres secciones”.
Este principio estudia la relación de jerarquía que mantienen las diferentes partes del cuerpo humano. La comprensión de este principio nos aporta una idea más clara sobre cómo funciona la mecánica del movimiento en el cuerpo.
Esto nos permite mejorar nuestra movilidad y en consecuencia interferir e incluso neutralizar la movilidad del oponente.
San Jie. Las tres secciones
De acuerdo con este principio, basado en la estructura natural del cuerpo humano, este se puede dividir en tres secciones principales:
1. De las manos a los hombros (sección superior).
2. Del pecho a la cintura (sección media).
3. De las caderas a los pies (sección de la raíz).
Podemos diferenciar dentro de cada sección otras tres secciones más:
A. Sección superior: Manos (superior), Codos (centro) y Hombros (raíz).
B. Sección media: Pecho (superior) Corazón (medio) y Abdomen inferior (raíz).
C. Sección inferior o raíz: Pies (superior), Rodillas (centro) y Caderas (raíz).
Lo primero que observamos son dos formas de organizar la estructura. La primera, uno, dos y tres, organiza el cuerpo de manera similar a la estructura de un árbol. Las piernas y la cadera constituyen la raíz, la cintura y el pecho representan el tronco y, por último, los brazos equivaldrían a las ramas.
Analizando este modelo de abajo hacia arriba, vemos una estructura semejante a la de un árbol. La clave de la estabilidad de un árbol esta en sus raíces, en nosotros no es distinto. Podremos adquirir estabilidad en nuestras piernas, por ejemplo, asentando el peso, soltado las articulaciones y alineando la espalda hasta la cabeza.
De la misma forma, si neutralizamos la raíz, es decir, las piernas del oponente podremos derribarlo con facilidad o interferir en su movimiento, generando debilidad en su estructura y actuando en nuestro favor.
Si continuamos analizando la cintura y el pecho, el tronco del árbol, observamos que en ese sentido asciende la fuerza que se genera desde la raíz. Esta sección, concretamente la columna vertebral, nos permite dirigir y manipular esa fuerza ascendente para proyectarla.
El recorrido que acabamos de describir se conoce en Kung Fu como “Fa Li”. Este concepto que explica el origen del “primer impulso”, es decir la fuerza que generamos para iniciar cualquier movimiento. Este primer impulso surge de la presión que generan los pies contra el suelo. La misma fuerza que ejercemos contra el suelo nos es devuelta en la dirección opuesta.
Por este motivo comprender la estructura del cuerpo y su correcta colocación, nos permite ser eficientes en el aprovechamiento de la energía que invertimos para movernos. El Kung Fu, como arte marcial, debe ser lo más eficiente posible en todas sus técnicas. Tal cual se describe en el punto diez de los veinte preceptos del Kung Fu Shaolin: “No tiene adornos”.
El siguiente paso nos lleva a los brazos o ramos del árbol, que nos son más que una extensión o proyección del tronco, la segunda sección. De esta manera la fuerza o impulso generado en la raíz, asciende por el tronco y por último es proyectado a través de los brazos, ya sea el hombro, el codo o la mano.
Debemos tener en cuenta que hablamos de principios universales, esto quiere decir que son aplicables a cualquier arte marcial e incluso deporte. Los matices técnicos vendrán dados por la finalidad última del movimiento.
Por último, la segunda parte de este principio de “Las tres secciones”, A, B y C, describe de forma semejante a un fractal, un siguiente nivel de estructura dentro de la primera parte. En este nivel el funcionamiento es el mismo, ya que podemos neutralizar un brazo desde su raíz, es decir el hombro. E igualmente sucede con las otras dos secciones.
En resumen, el principio de las tres secciones nos muestra las jerarquías de movimiento que suceden en el cuerpo humano, de acuerdo con su estructura natural. Estudiarlo en profundidad a través de la práctica constante y atenta nos lleva a obtener una movilidad más eficiente, una estabilidad mayor y una circulación de la fuerza más efectiva, con menor perdida de energía en el recorrido que hace desde las piernas hasta los brazos. En relación a un oponente nos permite interferir y neutralizar su estructura, y en consecuencia sus movimientos.