Gong Fa: descubre los cimientos del Kung Fu (4)

Llegamos al final de esta serie de artículos sobre el Gong Fa, hoy explicamos el principio de los cuatro extremos. Si quieres conocer como los antiguos maestros de Kung Fu Shaolin aprovechaban el miedo y el estrés en su favor, no te lo pierdas.

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Gong Fa: descubre los cimientos del Kung Fu (4)

Continuamos con la última parte de la serie de artículos donde analizamos los fundamentos del Kung Fu Shaolin, el Gong Fa.

En la Medicina Tradicional China (MTC), se conocen como los cuatro extremos los cuatro puntos clave que nos conectan con la energía vital y nos permiten manifestar nuestra fuerza interior. Estas terminaciones corresponden a cuatro zonas de la anatomía y actúan como puentes entre el interior y el exterior de nuestro cuerpo.

Los cuatro extremos: Si Shao

Este principio nos habla sobre como potenciar las cualidades físicas y mentales para el combate, estudiando conceptos presentes en la MTC y por extensión, en las artes marciales chinas tradicionales.

Estimular y dirigir nuestra atención hacia estos cuatro extremos puede tener beneficios significativos en la práctica del Kung Fu. A continuación, exploraremos cada uno de ellos y cómo podemos sacarles provecho.

La lengua es la extensión de todos los músculos dentro del cuerpo.

Todos en algún momento hemos hecho el gesto de mordernos la lengua al momento de hacer un gran esfuerzo, podemos ver de nuevo, la coherencia inherente que hay en estos principios.

Este punto nos indica la implicación de la lengua en toda la musculatura del cuerpo. Cuando vamos a realizar un esfuerzo, ser conscientes de esto puede contribuir a hacer un uso más eficiente de toda nuestra musculatura.

En la práctica del Kung Fu, esto es aplicable en cualquiera de las técnicas que requiera invertir fuerza, llevaremos la lengua al paladar superior y presionaremos tan fuerte como si de nuestros brazos o piernas se tratase. De acuerdo con este punto, integrar en la práctica este detalle nos puede ayudar a generar más energía.

Los dientes son las extensiones de todos los huesos y cartílagos dentro del cuerpo.

Apretar la mandíbula es otro gesto que realizamos de manera espontánea cuando hacemos un gran esfuerzo. También mostrar los dientes es un signo de agresividad. Una persona, sin ninguna formación en artes marciales, que está a punto de golpear a otra, aprieta la mandíbula y muestra los dientes. De esta manera adquiere una actitud violenta y peligrosa al tiempo que reúne sus fuerzas para golpear.

Comprender esta implicación, nos ayuda a ser conscientes de como apretar la mandíbula proporciona fuerza y una sensación de rigidez que bien utilizada puede jugar a nuestro favor. Por otro lado, también podemos simular una apariencia que intimide a nuestro oponente. Esto pude verse en muchos cascos antiguos de guerra, como muchos kabutos samuráis. Que representan bestias mostrando sus dientes y colmillos para infundir temor en sus adversarios.

Las uñas son las extensiones de todos los tendones del cuerpo.

Tensar nuestros dedos como si nuestras uñas fueran garras, genera tensión y una sensación de fiereza. Es común en Chikung, realizar ejercicios donde se tensan las manos en forma de garra o cerrando con fuerza el puño, para fortalecer los tendones y aumentar el ritmo cardiovascular.

Generando tensión en todo el cuerpo logramos estresar el sistema nervioso, esto nos permite favorecer la aceleración del ritmo cardiaco y lograr que más sangre llegue a nuestros músculos. En el contexto del Kung Fu, esto es útil para disponer el cuerpo rápidamente para realizar un gran esfuerzo físico. Agudizando y alertando los sentidos para la defensa.

El cabello es la extensión de la sangre.

A través del sistema nervioso, la MTC nos dice que el cabello une y activa todos los anteriores elementos a través de la sangre, presente en todo el cuerpo, esto genera energía interna, es decir, contribuye en el fortalecimiento del Qi.

Cuando sentimos miedo, siempre está asociado a un elevado nivel de estrés, esto provoca reacciones físicas como que el vello se erice sobre la piel. Esto una vez más está asociado a la hiperatención provocada por el sistema nervioso central, con el propósito de disponer al cuerpo a realizar un gran esfuerzo físico, como, por ejemplo, huir de un peligro.

En este caso, en el contexto del Kung Fu, ese conjunto de reacciones físicas podría ser aprovechado en beneficio propio. Dicho de otra manera, los síntomas y reacciones físicas que generan el miedo y el estrés, en lugar de paralizar o nublar la mente, pueden redirigirse en nuestro favor ante un posible enfrentamiento.

Conclusión

Aparentemente, el principio de los cuatro extremos parece sacado de un episodio de Dragon Ball, cuando alguno de los personajes de la serie se transforma en “super guerrero”. Sin embargo, analizándolo podemos observar como se trata de hacer conscientes los estímulos que el cuerpo realiza de forma automática en cualquier situación de mucho estrés, como son tensión muscular, cabello erizado, mandíbula apretada o lengua rígida.

El estudio profundo de estos estímulos subconscientes, en el contexto de las artes marciales, son útiles según nos explica este principio, para lograr hacer un uso consciente de ese exceso de energía que el cuerpo pone a nuestra disposición.

Esta estimulación se puede favorecer a través de la respiración, la contracción y expansión del cuerpo y acentuando mental y físicamente los cuatro extremos que ya hemos explicado. Con ello lograremos preparar al cuerpo para hacer Kung Fu como auténticos tigres. Con un cuerpo fuerte y poderoso y una mente quieta y centrada.

Con esto damos por concluido el estudio de los principios fundamentales del Kung Fu Shaolin, el Gong Fa. Como hemos podido comprobar a lo largo de estos artículos, el Gong Fa no trata sobre las técnicas del Kung Fu, trata sobre lo que hay detrás o debajo de ellas. Dominar el Gong Fa no sólo nos ayuda a mejorar nuestro Kung Fu, sino a conocer nuestro cuerpo y nuestra mente como un conjunto indivisible.

Solo queda decir, que estos principios no son más que teorías y palabras vacías siempre que no sean estudiados en profundidad dentro de la práctica del Kung Fu.

Es habitual ver y escuchar cantidad de teorías y posibles técnicas maravillosas que lejos de ser puestas a prueba en un contexto de auténtico estrés, sólo contribuyen a alimentar mitos y falsas habilidades. Una práctica seria del Kung Fu Shaolin, requiere de una revisión y puesta a prueba de sus técnicas y habilidades.

Por último, queremos señalar que no es bueno para nadie asumir la validez de todo lo que vea o lo oiga, tan sólo porque alguien lo hace o lo dice. Un practicante inteligente piensa por sí mismo y se cuestiona e investiga por sí mismo la información que recibe, independientemente de su fuente.