La asombrosa historia de Huike y qué nos quiso contar

Una persona comprometida puede llegar a hacer cosas realmente impensables. Huike fué una de ellas, te contamos de lo que fué capaz y como comprenderlo desde un punto de vista actual.

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Escuela Shaolin Quan

rio de sangre en la nieve
rio de sangre en la nieve

La asombrosa historia de Huike

La historia de Bodhidharma y Huike es una de las leyendas más famosas en la tradición budista. Cuenta la historia de cómo Huike, el futuro sucesor de Bodhidharma, buscó con determinación la enseñanza y la guía espiritual de su maestro.

Según la leyenda, Bodhidharma inicialmente se negó a enseñar a Huike. Para probar su dedicación y determinación, Huike decidió pasar toda una noche de pie, cubierto de nieve hasta la cintura, fuera de la cueva donde Bodhidharma residía. Su determinación y valentía impresionaron a Bodhidharma.

Al amanecer, Bodhidharma salió de la cueva y se enfrentó a Huike. Le preguntó por qué estaba allí, soportando las inclemencias del clima. Huike respondió que buscaba un maestro que pudiera abrir la puerta del elixir de la compasión universal y así liberar a todos los seres.

Sin embargo, Bodhidharma no estaba convencido. Le dijo a Huike que no podía esperar que la verdad se revelara si carecía de virtud, sabiduría, profundidad de corazón y humildad. Para Bodhidharma, sería una pérdida de tiempo enseñar a alguien que no estaba preparado para recibir la enseñanza.

Huike, sin palabras, tomó una decisión radical para demostrar su compromiso. Se cortó el brazo izquierdo y se lo ofreció a Bodhidharma como una muestra de su determinación y sacrificio. Este acto extremo impresionó profundamente a Bodhidharma, quien finalmente aceptó a Huike como su discípulo.

¿Qué nos quiere contar Huike?

Teniendo en cuenta la antigüedad de estos sucesos allá por el siglo V, y las enseñanzas de la tradición budista, vamos a analizar esta historia y sacar algunas conclusiones desde el punto de vista actual.

La historia trata sobre la importancia de la dedicación y la determinación en la búsqueda espiritual. Nos referimos al complejo proceso de reconocerse uno mismo y lograr una vida equilibrada feliz y plena. En este sentido, Huike estaba dispuesto a soportar cualquier dificultad con tal de encontrar un maestro que pudiera guiarlo en su camino hacia la iluminación.

Sobre esto, debemos tener en cuenta que en aquellos tiempos debió ser extremadamente difícil obtener la información necesaria, y conocer personas realmente capacitadas para transmitir una buena formación espiritual. Un texto budista describiendo la mente debió ser un auténtico tesoro, por lo que una persona que conocía y explicaba los textos y enseñanzas de Buda, se veía prácticamente como un milagro.

Precisamente por esto, entendemos mejor el inmenso valor que le da Huike al conocimiento, en este caso en manos de una sola persona, Bodhidharma. Esto, nos lleva a comprender también la figura del maestro como un auténtico guardián del conocimiento, y las pruebas y dificultades a las que sometía a cualquiera que pretendiera seguir sus enseñanzas.

A día de hoy, no tendría ningún sentido fingir ser un maestro de hace 1500 años como Bodhidharma, y mucho menos cortarse un brazo por él, cuando en la actualidad la información necesaria está al alcance de todos. Hoy en día el aprendizaje surge desde la individualidad y la observación atenta de uno mismo. Cada cual debe identificar aquello que necesita para avanzar, dentro del exceso de información. Se trata del discernimiento, y en este contexto tanto las personas como las relaciones actuales son muy diferentes a las de cualquier otra época.

Continuamos, la historia resalta la importancia de la preparación y la humildad. Bodhidharma no estaba dispuesto a enseñar a alguien que no había cultivado las cualidades necesarias para comprender la verdad. La virtud y la sinceridad con uno mismo son fundamentales en el camino espiritual, y sin ellas, es difícil obtener resultados reales.

Bodhidharma tenía muy en cuenta que querer algo no era suficiente, la personalidad del discípulo era fundamental para soportar los altos grados de estudio y exigencia en la enseñanza que se requerían en ese momento, para poder convertirse en heredero de la tradición budista.

Hoy en día en el Templo Shaolin, el lugar donde se desarrolla esta historia, adapta sus requerimientos a los tiempos que corren, valorando más la cantidad que la calidad. Prácticamente cualquier persona puede formar parte de su linaje. Esto responde a una política de expansión, opuesta a la de “puertas cerradas” de la época de Bodhidharma.

El acto de Huike de cortarse el brazo izquierdo simboliza el desapego y el sacrificio. Estaba dispuesto a renunciar a una parte de sí mismo con tal de demostrar su compromiso y devoción. Este grado de sacrificio personal enlaza con los conceptos budistas del desapego y la renuncia de lo material sobre lo espiritual.

Tenemos que comprender que en términos budistas la satisfacción del deseo nos conduce al sufrimiento. Esto sucede porque se explican ambos caminos como opuestos, el del deseo genera confusión y sufrimiento, mientras que las prácticas budistas te dirigen hacia la iluminación. En una lectura actual, es una cuestión de responsabilidad, ¿Qué quieres para ti? En función de tus prioridades personales tomarás tus decisiones, que determinarán tus resultados. Si sufres, identifica que te hace sufrir y cámbialo, y al contrario aquello que te aporta felicidad poténcialo.

Sin embargo, como decirlo es mucho más sencillo que llevarlo a cabo y Bodhidharma lo sabía bien, no permitía otra elección, era o todo o nada. Hoy en día podemos buscar el equilibrio, los excesos de cualquier tipo sólo conducen a los extremos, y ahí se sufre.

La historia de Bodhidharma y Huike nos recuerda que el camino hacia la iluminación o la liberación del sufrimiento no es nada fácil. Requiere de mucho esfuerzo, paciencia y perseverancia. Huike pasó una noche entera de pie en la nieve, e incluso se cortó un brazo, pero su determinación nunca flaqueó. Un grado enorme de compromiso es esencial para superar los desafíos y obstáculos que encontramos en nuestro propio camino personal y espiritual.

En resumen, la leyenda de Bodhidharma y Huike es una historia poderosa que nos enseña importantes lecciones sobre la dedicación, la preparación, la humildad y el sacrificio en el camino hacia la realización personal. Nos recuerda que el compromiso con nosotros mismos debe ser total y que debemos estar dispuestos a renunciar a cualquier tipo de limitación que se interponga entre nosotros para lograr una vida plena y feliz.